Llegó a su fin la séptima edición del torneo con un ganador inédito, gente contenta y, sobre todo, unión. La que se creó y crea cada año entre los chavales de los clubes participantes y, sobre todo, entre las personas que participan en él y la figura de Mateo. Porque que este torneo pasara a llevar su nombre no es casualidad. Como dijo el speaker antes de la disputa del partido de la final, “el espíritu de Mateo estaba presente”. Y, ante eso, poco se puede objetar. Globos con el número ‘18’, el cuadro con su camiseta entrando en la cancha por su hermana. Momento muy emotivo, con toda la gente de pie en la grada y aplaudiendo.
Deportivamente hablando, el último día de competición, el que decide cómo quedará el cuadro final, un año más no decepcionó a nadie. Se alzó con el trofeo de ganador el Mallorca Palma Futsal que, si se mira la parte más competitiva, jugaba prácticamente en casa, porque desde la edición pasada tienen al público tinerfeño en el bolsillo gracias a las sensaciones de juego, la actitud y el buen rollo que transmitían los jugadores en la cancha. Y si el conjunto balear fue el vencedor, también tuvo que haber un vencido, como es lógico, que fue Movistar Inter FS. Lo sucedido durante los 40’ de la final fue muy emocionante. Puro fútbol sala. Alternativas en el marcador, juego vistoso, muchas ocasiones… De esos partidos que crean afición.
La copa se va para Baleares merecidamente, tras ganar por 4-6 un encuentro en el que empezó poniéndose 0-2, que luego remontaron los madrileños colocándose con un 3-2, para luego, en un periodo corto de tiempo, volver a tomar ventaja. Un espectáculo. Derroche de buen juego, deportividad y emoción. Es que, además, la ocasión lo merecía, porque entre tantas autoridades, estaba presente en el Quiquirá, Paco Sedano, leyenda del fútbol sala español, en representación de la Federación Española.
Pero no solo hubo una final, sino que el miércoles se disputaron también los otros tres partidos para determinar el cuadro final del torneo. Empezando por el duelo entre ‘los últimos’, CDS Dimurol Salesianos y CD Olirón, que acabó siendo una victoria amplia para los grancanarios (0-5) por una segunda parte en la que todo se desmoronó para los anfitriones y ciertos tantos fueron provocados por dejar la portería desprotegida para llegar con más opciones hacia arriba y dar algo que celebrar a los suyos, deportivamente hablando.
El duelo por el quinto puesto fue, quizás, el encuentro más flojo de los que se disputaron. Se decidió en el tramo final y ahí fue cuando llegó la emoción, porque hasta el 28’ de juego, no sucedía nada. Ahí venció CFS Malta 97 después de remontar un gol inicial en contra. En el triangular entre los participantes de Gran Canaria, el mejor resultó ser este Malta 97, que ganó a los otros dos. Para completar el cuadro y justo hacer de teloneros de la final, llegó el derbi barcelonés entre AE Les Corts y el FC Barcelona. Hasta el último cuarto del encuentro parecía que el conjunto azulgrana iba a llevarse el gato al agua pero, la estelar aparición de Isaac Carrasquilla en los minutos finales, con dos tantos anotados, llevó el duelo a la tanda de penaltis, en la que el mal inicio del Barça le condenó en el resultado final.
Además de los cuatro partidos de la fase final, como tradición, en la previa del último encuentro tuvo lugar un concurso All-Star en el que participaba un portero y un jugador de cada equipo, en un juego de puntería con los pies (jugadores) y con las manos (porteros). Ahí los triunfadores fueron Iván Pelegrín (Mallorca Palma Futsal) y Gerard Cano (FC Barcelona FS).
Lo dicho. Durante cuatro días se vivieron jornadas emocionantes de deporte, emoción y, sobre todo, unión. Deporte y educación unidos desde la primera edición pero, desde la sexta, centradas en la figura de alguien que amaba el deporte del fútbol sala y transmitía sus valores. El recuerdo de Mateo Hernández siempre estará presente y servirá de ‘excusa’ para que chicos como él se reúnan en torno a un balón y convivan juntos en una experiencia única como esta.