El Club Deportivo Ye-ye, cuyos cimientos se establecieron en 1964, no solo representa un equipo de fútbol aficionado, sino más bien una familia de amigos que comparten una historia rica y un amor inquebrantable por el deporte rey. Aunque ya no pisan los campos de juego para desarrollar su calidad como jugadores y personas, la esencia de su fútbol sigue vibrando en cada rincón de sus reuniones anuales.
Fundado por un grupo de amigos, muchos de los cuales fueron compañeros en los campos de juego, el Ye-ye se formó como una extensión natural de la pasión compartida por el fútbol. Después de colgar las botas como jugadores federados, estos amigos decidieron mantener viva la llama del fútbol a través de este equipo aficionado.
La estructura jerárquica del Ye-ye refleja la importancia de la camaradería y la continuidad. Desde Michan Yanez, quien ocupa el cargo de presidente, hasta nombres como Álvaro Figueroa, Chenchi, Toño, Miguel, Pedro Ángel, Manolo González, José Hernández, Aníbal, Santi Afonso,Paco González, José el Palmero, Miguel Abreu, Israel, Mel, Movilla, Orlando, Rigo, Javier, Geni, Suso, Ángel, José, Isaac, y muchos otros, todos forman parte de una historia compartida que se celebra con una cena de navidad cada año cerca de las fiestas.
Esta comida anual no es simplemente una celebración; es un evento cargado de significado, donde se comparten historias y se rinde homenaje a aquellos compañeros que, aunque ya no están físicamente, siguen vivos en los recuerdos. El vino fluye mientras las risas y las anécdotas llenan el aire, creando un ambiente cálido y acogedor.
El Club Deportivo Ye-ye ha trascendido las barreras del campo de juego para convertirse en una familia, donde las alegrías y las tristezas se comparten, y la amistad se fortalece con cada encuentro. Más allá del fútbol, este club es un testamento de la importancia de los lazos humanos y del impacto duradero que una pasión compartida puede tener en la vida de las personas.
Aunque ya no corran detrás del balón, el espíritu del Club Deportivo Ye-ye persiste como un legado eterno, recordando que el fútbol puede ser mucho más que un juego: puede ser el hilo invisible que une a las personas en una amistad perdurable
La esencia del Club Deportivo Ye-ye va más allá de la competición; es una manifestación de la conexión humana a través del deporte. En Puerto de la Cruz, este equipo representa no solo una historia futbolística, sino un legado de amistad que ha resistido las pruebas del tiempo, demostrando que la verdadera victoria radica en la unión y la pasión compartida.
En cada reunión, el Club Deportivo Ye-ye demuestra que, aunque el juego pueda haber terminado, la verdadera victoria radica en la amistad duradera y en el legado que han construido a lo largo de los años ¡Felicidades!
