En el mundo del fútbol, siempre hay espacio para historias inspiradoras y jugadores que marcan la diferencia. En este caso, la figura de Roro, un delantero del Santa Úrsula, se ha convertido en el punto de inflexión para el equipo en su búsqueda de victorias. En esta ocasión, Roro fue quien cambió el destino del partido ante el Atlético Victoria, un enfrentamiento que culminó con un sorprendente tanto de Roro en el minuto 91.
Pero, ¿quién es Roro? Su historia comienza con un joven de 23 años, con acento peninsular y con un nombre raro y desconocido por la zona, que llegó con cierta timidez al Argelio Tabares en busca de una oportunidad para jugar en la Tercera División. Desde el momento en que cruzó la puerta del campo en el norte de Tenerife, Roro se presentó ante los hermanos García Luis, Rubén y Jonás, con una determinación palpable: ¡Quiero jugar! ¡Quiero que me den una oportunidad! ¡Quiero seguir haciendo deporte!
A pesar de su inicial timidez, Roro demostró su valía a lo largo de los entrenamientos, ganándose la confianza de entrenadores y compañeros. Su fuerza, su habilidad con el balón y su capacidad en los enfrentamientos uno contra uno con los adversarios comenzaron a abrirle las puertas en el equipo. Si bien desde fuera podía parecer que sus regates y dribles no tenían fin, el Santa Úrsula se caracteriza por su paciencia y su enfoque en el desarrollo de sus jugadores.
El derbi del norte de Tenerife presentaba varios obstáculos para el Santa Úrsula debido a las numerosas bajas, incluyendo algunas de gran relevancia. A pesar de estas dificultades, el extraordinario delantero Roro volvió a ser suplente, no solo con el objetivo de mejorar el empate, sino también para ganar confianza en sí mismo.
En el minuto 68, con el marcador igualado, Roro sustituyó a Miguel, que estaba ligeramente lesionado. A medida que avanzaba el tiempo, el dorsal número «17» local demostró su fuerza y destreza para enfrentar a su marcador, convirtiéndose en una verdadera amenaza para el equipo contrario.
Y así llegamos al minuto 91 del partido, con un empate en el marcador. El balón llegó a Roro en la izquierda, se deshizo de su marcador con una finta y disparó con potencia a media altura, sorprendiendo a Alejandro, el portero rival. El gol de Roro llevó al júbilo a los aficionados del Santa Úrsula y dejó a todos los presentes preguntándose, ¡qué locura la de este chico!
En resumen, lo que hizo Roro en el derbi fue algo fuera de lo común, una verdadera hazaña. Su determinación y habilidades en el campo son un ejemplo de la pasión y la magia que el fútbol puede brindar.