Eduardo Rodríguez Maldonado, nacido el 5 de septiembre de 1993, no es un delantero común y corriente, ni tampoco una simple sombra en el eje del ataque del destacado Kiko Ratón. Siempre he quedado impresionado por este jugador, su estilo vertical, su determinación y su seriedad, no solo por lo mucho que aporta al equipo de la ciudad turística, sino por sus impresionantes habilidades.
Además, al final de cada temporada, las numerosas ofertas parecen llover sobre él, pero Eduardo es de aquellos que creen que no hay lugar como el Peñón. Sin importar cuánto dinero le ofrezcan, él sigue fiel a su segunda casa, su gente y su equipo de toda la vida.
Ha renovado nuevamente y esta será su octava temporada consecutiva defendiendo los colores blancos del equipo. Comenzó en la categoría prebenjamín, luego pasó dos años en benjamín, alevín e infantil, seguidos de cadete y tres años en el equipo juvenil, antes de volver al primer equipo. Aunque tuvo un breve paréntesis cuando militó en el Vera durante dos años, luego regresó a su amada casa en el Peñón.
Las estadísticas hablan por sí solas, ya que suele marcar goles con frecuencia. Además, es un generoso colaborador, proporcionando numerosas asistencias a sus compañeros. Es un delantero con carácter y siempre dispuesto a ayudar al equipo.
El año pasado fue un mal recuerdo para Eduardo, por el hecho de que sufrió una lesión en el isquion que lo mantuvo fuera del campo por un tiempo. Fue difícil para él ver al equipo desde las gradas. Jugadores como Eduardo Rodríguez son imprescindibles en cualquier equipo.
El entrenador Toño Hernández está muy satisfecho con lo que Eduardo aporta al grupo, tanto dentro del campo como en el vestuario. Aunque no sea un jugador mediático, los rivales lo respetan enormemente. Además, es un verdadero ganador, con raíces en La Ranilla, criado en el Peñón. Es uno de esos jugadores que llora cuando el equipo pierde y celebra efusivamente cuando se consiguen victorias importantes.
Eduardo es uno de esos delanteros que los aficionados extrañan enormemente cuando no está en el campo. Es muy querido por la masa de seguidores del equipo.
Gracias, Eduardo, por siempre darlo todo en el campo. Espero que las lesiones te respeten y que sigas siendo feliz defendiendo los colores del Puerto Cruz en las próximas temporadas. ¡Estoy seguro de que así será!
