El Club Deportivo Mensajero ha asegurado un nuevo fichaje de cara a la próxima campaña, sumando más talento a su plantilla. Jacobo Martínez García, portero de 21 años originario de Toledo, se une al equipo rojinegro procedente de la Unió Esportiva Santa Coloma, equipo de Primera División de Andorra. Jacobo competirá con el joven canterano Alejandro Padilla, quien recientemente renovó su contrato, por hacerse con la titularidad en la Segunda RFEF.
Jacobo es el décimo fichaje del CD Mensajero en este mercado de transferencias, donde el club busca conformar un equipo competitivo y con opciones de luchar por la permanencia en el Grupo V de la Segunda RFEF. Tras el anuncio del fichaje de Samu Ramos, el club, con sede en la Avenida El Puente, oficializa la incorporación de Jacobo Martínez, un portero con experiencia en canteras tan prestigiosas como las del Atlético de Madrid y el Villarreal CF.
Con una altura de 1,90 metros, Jacobo es un guardameta que destaca por su dominio del juego aéreo y su habilidad en el manejo de los pies. Estas cualidades han quedado demostradas desde su etapa en la EMF Noblejas, equipo del cual dio el salto al Atlético de Madrid. Permaneció en el conjunto colchonero durante seis temporadas, llegando a formar parte del equipo sub-19 de la División de Honor Juvenil.
Posteriormente, Jacobo continuó su trayectoria en el Aravaca CF, donde logró mantenerse en la categoría y tuvo la oportunidad de jugar con el equipo filial. Su buen desempeño le abrió las puertas del Villarreal, donde combinó su participación en el equipo juvenil y las sesiones de entrenamiento con el filial de la Primera RFEF. En sus últimas experiencias, jugó para Villaviciosa de Odón y Santa Coloma.
«Mi principal objetivo es mantener la portería a cero, ya que es desde ahí que se construyen los éxitos de cualquier equipo», declaró Jacobo en una entrevista para los medios oficiales del CD Mensajero.
Además, expresó su gran ilusión al unirse al club en la isla, asegurando que disfrutarán juntos del camino hacia el objetivo. «¡Vamos, Mensa!», concluyó Jacobo con entusiasmo.